lunes, 7 de junio de 2010

El aprendizaje y el desarrollo de las competencias

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Mi respuesta es no, no es trivial, es complejo, pero ¿qué tanto? Eso depende de la concepción educativa que cada individuo tenga acerca del tema.

Siempre corremos el riesgo de trivializar: por ejemplo: un maestro escoge ciertos contenidos, utiliza determinadas estrategias, efectúa la mediación y al final, el alumno reproduce dichos contenidos. En el caso anterior, no podemos hablar de que se logró el aprendizaje en el estudiante -según Vargas- “se aprende algo cuando el sujeto asimila información de la realidad a determinadas estructuras en el cerebro que luego permiten, a partir de la evocación de esa información incorporada, comprender nuevas realidades”….
( )”Ocurre una modificación estructural y personal en el estudiante”, una transformación profunda.
Un caso semejante se puede dar con la nueva exigencia educativa de nuestro tiempo: el desarrollo de competencias, -Vargas nos previene- acerca de que existe una diferencia entre la competitividad operativa (mundo empresarial) y la competencia cognitiva (mundo académico); y va más allá, al señalar que hay una gran diferencia entre ser competente y ser competidor. En el primer caso se refiere a ciertas capacidades que se encuentran articuladas con distintas formas del saber, en el segundo caso, se refiere a un rol dentro de unas relaciones sociales de ganar-perder.
Existe el riesgo de confundir capacidades socio-profesionales (que se articulan con campos del conocimiento) con roles socio profesionales (que se articulan a necesidades empresariales) lo cual puede conducir a las instituciones educativas a convertirse en simples reproductoras de las habilidades operativas que las empresas requieren para competir, que derivaría en una formación automatizada, carente de una formación inteligente y ética para servir. Eduardo Arias sugiere que es necesario tomar en cuenta el factor humano y social al desarrollar competencias, para no caer en otra trivialidad. El mundo académico necesita entender y concebir la noción de competencia con un carácter
reflexivo y conceptual, para que podamos seguir educando en las escuelas, de lo contrario simplemente estaremos capacitando.

En este mundo globalizado, se ha hecho necesario desarrollar competencias a partir de aprendizajes significativos y situados en la realidad.
El proceso de enseñanza y aprendizaje, debe ubicarse en la acción, porque es en ésta que la construcción de conocimientos se garantiza, ya que se pone en conflicto cognitivo, la organización de los esquemas de entendimiento de la realidad, que los estudiantes tienen como estructura fundamental para orientar su adaptación propia a la vida; asimismo, es en la acción que el conocimiento toma un sentido singular y propio para cada estudiante.
Desde un punto de vista constructivista, más que movilizar conocimientos, se entiende que lo que se mueve son los esquemas de acción, producido por procesos de asimilación y acomodación, que reconstruye determinados conocimientos para asimilar otros que son nuevos, para que al final, se desarrolle una nueva competencia. Cabe mencionar que es importante tomar en cuenta el estado emocional del estudiante.
Retomo un concepto que me parece interesante y nuevo para mí: Aprehender y que según el autor, implica el hecho extraordinario de que al elegir una acción como aquella que ha de fomentar el desarrollo de una competencia, tanto el maestro como el estudiante, están eligiendo una manera de estar en el mundo, y así, una manera de construirse a sí mismos. Dice además, que el desarrollo de competencias no solo se refiere a desarrollar ciertas capacidades para atender objetos socio-profesionales, sino que al hacerlo, se está al mismo tiempo, optando por la construcción de la persona del maestro, del estudiante y en cierta forma, del mundo.

Vargas señala también que si aceptamos que es la acción la que moviliza la organización de los esquemas de entendimiento de la realidad, al momento en que los procesos de asimilación-acomodación tienen lugar en tanto construcción del conocimiento, entonces aceptamos a todo aprendizaje como significativo.
Un aprendizaje puede ser poco o muy significativo para un estudiante, esto no va a depender del maestro, de sus estrategias o de los métodos que utilice; sino del interés del alumno. Asimismo, el aprendizaje situado tiene que situarse cognitivamente hablando, en el interés personal y en la zona de desarrollo próximo del estudiante.
Termino con la reflexión acerca de que el estudio de Xavier Vargas, está dirigido a analizar el ámbito de la educación superior, sin embargo la mayor parte del análisis se relaciona también con el nivel medio superior.

Por último, me complace expresar que hacía tiempo que no me acercaba a las ideas desarrolladas por Piaget, Ausubel, Vigotsky y demás teóricos que desde hace algunos años conozco, y que es la primera vez que los encuentro relacionados con lo que plantea el enfoque en competencias, motivo por el cual considero que podré asimilar más acerca de este nuevo enfoque.

3 comentarios:

  1. Hola Rosario!:

    Me permito retomar el seiguiente párrafo de tu escrito:

    "Existe el riesgo de confundir capacidades socio-profesionales (que se articulan con campos del conocimiento) con roles socio profesionales (que se articulan a necesidades empresariales) lo cual puede conducir a las instituciones educativas a convertirse en simples reproductoras de las habilidades operativas que las empresas requieren para competir, que derivaría en una formación automatizada, carente de una formación inteligente y ética para servir".
    Como docentes aún no estamos vinculando las competencias genéricas con las disciplinares y menos aún con las profesionales, es nuestro deber preparar seres humanos que se inserten en nuestra sociedad en todos los aspectos.

    Muy bien por tu reflexión.

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  2. Hola Rosario

    Me parece muy interesante tu respuesta y reflexión sobre que si bien el aprendizaje no es trivial, se corre el riesgo de trivializarlo y que esto depende de “la concepción educativa que cada individuo tenga acerca del tema”, y creo tienes toda la razón (lo que para mí es una gran fortaleza), además de dejarlo más claro al ilustrarlo con ejemplos, es verdad que existen diferencias de concepciones y por lo mismo también diferentes niveles de compromiso y comprensión sobre lo que es el aprendizaje, y al igual que tu considero que puede pasar y de hecho está pasando con el presente enfoque de aprendizaje por competencias, ahora todo mundo habla de generar competencias y caen en lo que Vargas plantea, confundir las competencias con capacidades operativas automatizando o burocratizando el aprendizaje que es peor y más recurrente, divorciándolo del sentido humanista y ético que en su complejidad contiene. Y creo que nosotros tenemos a través de esta especialidad la oportunidad de promover el sentido del aprendizaje desde la reflexión que nos ocupó esta semana.
    Si tengo que comentar alguna debilidad, aunque para mí no lo sea exactamente, es que presentas el resto de tu reflexión más como una síntesis o reseña de la lectura.
    Felicidades y hasta pronto.

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  3. Que tal profesora Rosario:
    Gracias por visitar mi blog, le devuelvo la visita y le comento que me es grato leer sus respuestas al cuestionamiento de la lectura. Comparto su conclusión de que se movilizan esquemas de organización del conocimiento y no sólo contenidos; hasta que lo mencionó pude caer en mi error. Por otra parte, su reflexión también me hizo penar en mi rol-socioprofesional, ¿soy operativa o cognitiva? ¿eso influye en mi clase? tal vez este construyendo ese rol capacitándome y reflexionado con estas lecturas que me hacen leer otros temas además de mi asignatura. Gracias otra vez. Hasta pronto.

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